Madeira, un paraíso de norte a sur
¿Sabías que lo que conocemos como Madeira es en realidad un archipiélago? La Región Autónoma de Madeira, perteneciente a Portugal y ubicada en el Atlántico a más de 850 km de Lisboa, está formada por dos islas habitadas, Madeira y Porto Santo y dos grupos de pequeñas islas, las Islas Salvajes y las Islas Desiertas.
Hoy nos centraremos en la más famosa de ellas, la que da nombre al conjunto y la que se ha convertido en un pequeño paraíso al que cada año viajan miles de turistas gracias a su privilegiada situación geográfica, su clima subtropical y sus impresionantes paisajes.
Sigue leyendo y te llevaremos de ruta por los cuatro puntos cardinales para que descubras todo lo que esta isla volcánica puede ofrecerte. ¿Te vienes?
La Costa Norte
Nuestra ruta por Madeira empieza en la costa norte, donde se ubica gran parte del bosque de Laurisilva, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y que ocupa casi un 20% de la superficie de Madeira.
Es en esta zona donde se encuentran algunos de los paisajes más espectaculares de la isla, como Cabo Girão, que con sus 580 metros es uno de los acantilados más altos de Europa. Aquí también puedes visitar el municipio de Porto Moniz, famoso por sus piscinas naturales de lava volcánica, en las que puedes sumergirte y disfrutar de las impresionantes formaciones rocosas que lo rodean, ¡una experiencia que no te puedes perder!
La Costa Este
En esta parte de la isla fue donde desembarcaron los exploradores portugueses que llegaron por primera vez a Madeira en 1419. Los descubridores de la isla llegaron a lo que hoy es el municipio de Machico, donde además de su conocida playa puedes visitar su casco antiguo o su paseo marítimo.
Muy cerca de este pueblo se encuentra el Mirador de Portela, un lugar desde el que puedes contemplar los impresionantes acantilados y toda la belleza de la escarpada costa este.
Como curiosidad podemos destacar que esta zona que una vez fue la puerta de entrada a la isla sigue siéndolo hoy en día ya que es en Santa Cruz, el otro municipio del este de Madeira, donde está ubicado el Aeropuerto Internacional Cristiano Ronaldo.
La Cordillera Central
La cordillera central de Madeira, con 8.200 hectáreas de superficie y considerada como Monumento Natural, abarca una serie de zonas montañosas en el centro de la isla situadas por encima de los 1.400 metros de altitud.
Dividida en dos zonas, la cordillera se divide en la parte oriental con los picos más altos de Madeira: Pico Ruivo (1862 m) y Pico do Areeiro (1818 m) y la parte occidental con los donde destacan el Pico Ruivo do Paúl (1640 m) y la zona de Bica da Cana (1620 m). Este perfil accidentado se debe al resultado de la erosión diferencial causada por la acción del agua sobre las rocas volcánicas.
En este sentido, el Pico do Arieiro, el punto más alto de Madeira es el lugar perfecto para hacer senderismo y disfrutar de la belleza de la isla, con las espectaculares vistas de todo lo que le rodea.
La Costa Sur
La zona sur de Madeira es tal vez la que presenta una mayor diversidad de paisajes. Aquí se ubica la cosmopolita capital de la isla, Funchal, una ciudad en la que puedes perderte por las calles empedradas de su centro histórico lleno de edificios coloniales. Si visitas la capital no puedes perderte el Mercado dos Lavradores, donde encontrarás flores y frutas tropicales o el impresionante Jardín Botánico.
Muy cerca de Funchal se encuentra el pueblo de Monte, famoso por su teleférico que conecta con la capital y que te permite disfrutar de la iglesia de Nossa Senhora do Monte y de las magníficas vistas panorámicas de la ciudad.
La Costa Oeste
El recorrido por los cuatro puntos cardinales de Madeira finaliza en la costa oeste de la isla, la zona ideal para disfrutar de la playa y el sol.
Aquí podrás conocer los municipios de Ribeira Brava, Ponta do Sol y Calheta en los que encontrarás ciudades y pueblos muy pintorescos como Câmara de Lobos, un pueblo de tradición pesquera que además es donde se elabora el conocido vino de Madeira, una de las bebidas más populares y emblemáticas de la isla.
Como puedes comprobar, cada rincón de Madeira es distinto y atractivo, pero todos ellos tienen en común un rico patrimonio histórico, impresionantes paisajes naturales y una gran cultura gastronómica que bien merecen una visita.