Dubái, extravagante mezcla de modernidad y tradición
Situada en la costa sudeste de los Emiratos Árabes Unidos, en el Golfo Pérsico, se encuentra Dubái, una de las ciudades más fascinantes de todo el mundo.
Famosa por el lujo y la opulencia esta ciudad emiratí se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del mundo, donde conviven la modernidad y la extravagancia con la historia y las tradiciones.
Desde el zoco de las especias al hotel más lujoso del mundo, sigue leyendo para descubrir los contrastes y curiosidades que hacen de esta ciudad un destino que no te puedes perder y que todos los que la visitan coinciden en asegurar que no deja indiferente a nadie.
El más lujoso y el más alto
Dubái cuenta con el honor de tener el hotel más lujoso del mundo y el rascacielos más alto del mundo (y no son el mismo edificio).
Una de las principales atracciones de la ciudad es el Burj Al Arab, un edificio con forma de vela que se ha convertido en uno de los referentes de Dubái. Se trata del hotel más lujoso del mundo, con nada menos que siete estrellas, 202 suites y acceso mediante puente privado. Cuenta con helipuerto y la pista de tenis más alta del mundo. Y si eres de los que se pueden permitir pagar la estancia (a partir de 2.000 euros la noche) podrás ver su interior de más de 1800 metros cuadrados forrados con láminas de oro.
Además de contar con el hotel más lujoso, Dubái también tiene el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, con 828 metros de altura y 160 pisos. Este icónico edificio se inspira en la geometría islámica y tiene una fachada cubierta de vidrio reflectante que le da un brillo característico bajo el sol. Como no podía ser de otro modo en esta ciudad, el rascacielos cuenta con numerosos usos, desde oficinas a viviendas, hoteles o espacios de entretenimiento.
Si quieres desafiar a las alturas, el edificio cuenta con varios miradores (a los que podrás acceder en el ascensor más rápido del mundo), en los pisos 125 y 148, desde los que podrás disfrutar de unas impresionantes vistas panorámicas de toda la ciudad.
Telas, especias y oro
En contraste con el lujo y la innovación de algunos lugares de la ciudad, una visita obligada en Dubái es el Al Bastakiya, el barrio histórico situado en el corazón de la ciudad que conserva el encanto de la antigua Dubái, antes del descubrimiento de los primeros yacimientos petrolíferos de la década de los 60.
El origen de este barrio se remonta al siglo XIX y aún conserva la fisonomía tradicional de aquella época con calles estrechas, torres de viento o casas de coral. Y muy cerca de este barrio se encuentra Deira, la zona de los zocos, donde se establecieron los primeros comerciantes de Dubái.
Actualmente Dubái cuenta con varios zocos o mercados: el Zoco de las Telas, donde podrás encontrar desde sandalias a saris o pashminas, el Zoco de las Especias donde podrás llevarte a casa todas las especias imaginables, además de pétalos de rosas, camomila, incienso, limones y chiles secos, o vainas de vainilla y azafrán.
Pero quizá el más famoso de todos es el Zoco del Oro, Esta especie de mercado está formado por un conjunto de calles repletas de tiendas que venden joyas de oro, de diferentes quilates y donde si no encuentras ningún diseño que te guste puedes pedir a los artesanos que te ayuden a crear tu propio diseño.
Además de esta mezcla de innovación y antiguas costumbres, Dubái también destaca por otras muchas atracciones, como la mezquita de Jumeirah (una copia ocho veces más pequeñas de la Al-Azhar de El Cairo), el desierto justo a las afueras de la ciudad, el impresionante centro comercial The Dubái Mall o sus curiosas islas artificiales, como las Palm Islands, compuesto por tres islas en forma de palmera, o The World, un archiìélago que recrea el mapa del mundo en un conjunto de islas artificiales.
Dubái es una ciudad única y extravagante mezcla de modernidad, tradición, y famosa por su lujo y excesos. Un destino que siempre impresiona y en el que cobra sentido el adjetivo extraordinario. ¿Te atreves a descubrirlo?