Los imprescindibles de Italia de norte a sur
Italia, justo en el centro del Mediterráneo, es uno de los países de Europa más visitados, con más de cincuenta millones de turistas. Cientos de miles de personas viajan cada año a la cuna de la cultura mediterránea, del arte, de la moda, del buen comer, la alegría de vivir, y del “dolce far niente”. Porque no hay una sola Italia hoy te proponemos recorrer el país de punta a punta a través de sus pueblos y ciudades para que disfrutes las diferentes caras de Italia.
Tanto si es la primera vez que visitas Italia como si has perdido la cuenta de las veces que has estado aquí, hay lugares imprescindibles que no te puedes perder. Para eso, nuestra recomendación es hacer un recorrido por las ciudades más emblemáticas de la península italiana. Desde Milán a Roma, pasando por Venecia o Florencia y alargando tu viaje hasta Nápoles, todas ellas tienen historia, encanto, cultura y muchos sabores que ofrecerte.
De Milán a Venecia
Milán es la capital de la región de Lombardía, al norte del país y es famosa por la majestuosidad de sus edificios, como Il Duomo, obra cumbre del gótico italiano, La Scala, el teatro de la ópera o su semana de la moda. Si visitas esta ciudad tampoco puedes perderte su risotto al Milanese o el ossobuco, típicos de esta zona.
A medio camino de Venecia, se encuentra Verona, el lugar donde Shakespeare ubicó una de sus obras más famosas, Romeo y Julieta. Una pequeña ciudad que, además de por ser la protagonista de una de las más trágicas historias de amor, destaca por su gastronomía, con platos únicos y peculiares como el Risotto all’amarone, donde todos sus ingredientes proceden de la región del Véneto, desde la variedad del arroz al queso o vino que se utiliza para elaborar el plato.
La última parada de la primera parte de nuestro recorrido es Venecia, la ciudad de los canales y del más famoso carnaval italiano. La ciudad en la que vivió Marco Polo y que además de sus canales, góndolas y puentes, como el famoso puente de los Suspiros cuenta con majestuosos edificios, como el Palacio Ducal o la Piazza San Marco. No puedes dejar Venecia sin probar sus típicos antipasti (entrantes) y su Bigoli in salsa., la típica pasta de esta zona que se prepara con sardinas, cebollas, sal, aceite y pimienta.
Un paseo por la Toscana
Nuestra ruta por Italia continúa por Padua, la cuna de San Antonio, donde se construyó una basílica en su honor, y Florencia, la capital de la Toscana.
Esta ciudad acoge algunas de las obras maestras de la arquitectura europea, como el Duomo de Santa Maria del Fiore, obra de Brunelleschi en la que se inspiró Miguel Ángel para realizar la de San Pedro en el Vaticano, el Ponte Vecchio o la Plaza de la Signoria con el Palazzo Vecchio y su espectacular conjunto de estatuas y fuentes. Florencia acoge también alguno de los museos más importantes para los amantes del arte, la Galeria degli Uffizi o la Galería de la Academia de Florencia donde podrás ver de cerca la impresionante estatua del David de Miguel Ángel.
Otra parada obligatoria en esta ruta es la ciudad de Pisa, con su popular Plaza de Los Milagros donde podrás contemplar el Baptisterio, la Catedral y la famosa Torre Inclinada.
En esta región son muy típicos los pappardelle, una pasta larga y muy ancha que se suele hacer con salsa de carne. Y precisamente si te gusta la carne tienes que probar la bistecca alla fiorentina la versión italiana del chuletón de buey.
La ciudad eterna
Siguiendo la ruta hacia Roma, puedes visitar San Gimignano conocido por las 14 torres medievales que aún se conservan y que se construyeron junto con otras 58 en una especie de competición entre las familias más influyentes de la zona para rivalizar entre ellas.
También de camino a Roma encuentras Siena, una pequeña ciudad, cuna de Santa Catalina y de Il Palio, una de las fiestas más populares de Italia, que recrea las carreras de caballos medievales, en la céntrica Piazza del Campo.
La segunda etapa de este recorrido por Italia acaba en Roma, la ciudad eterna y una de las capitales más monumentales del mundo. Aquí podrás visitar desde los Museos Vaticanos y la Basílica de San Pedro, con las impresionantes obras de la Capilla Sixtina y la Pietá de Miguel Ángel, a El Coliseo, la Vía de los Foros Imperiales, las Termas de Caracalla, la Fontana di Trevi o la Plaza de la República, entre muchos otros.
Y si quieres conocer la Roma menos imperial y más actual puedes pasear por sus callejuelas de adoquines flanqueadas por ruinas antiguas, catedrales y palacios evocadores y contemplar el atardecer en el barrio del Trastevere.
Y ya que disfrutas de la ciudad, hazlo también de su gastronomía, probando los supplí alla romana, una especie de croqueta rellena de arroz cocido, tomate, carne y mozzarella y uno de los entrantes más típicos de Roma y los auténticos espagueti carbonara, la estrella de la gastronomía romana.
El sur
Si tienes tiempo y quieres continuar tu ruta, puedes llegar hasta el sur del país, y en esta zona te recomendamos que visites Nápoles, una ciudad de contrastes. El centro de Nápoles, Spaccanapoli, conserva aún los restos de la ciudad greco-romana que le dio origen y es una de las zonas más características de la ciudad, con sus callejuelas estrechas y los talleres de artesanos.
Desde Nápoles puedes realizar diferentes excursiones, como la de Pompeya, la ciudad que fue sepultada por el Vesubio o algunas de las zonas más famosas para descansar y relajarte, la isla de Capri y la costa amalfitana, desde Sorrento a Positano pasando por Amalfi, donde se elabora el tradicional limoncello.